Litografía

El arte y el diseño tienen numerosos antecedentes técnicos, y no todos se ajustan al modelo actual que de ellos conocemos. Todos conocemos la imprenta y todas las posibilidades que esta otorga al mundo de la comunicación, el diseño, la publicidad… Pues bien uno de los antecedentes principales de esta es, la “litografía”.

Y ¿qué es la litografía?

La litografía es una técnica que data del siglo XVIII, que consiste en estampar un diseño que previamente se realiza sobre una piedra calcárea con lápiz o tintas especiales, para después aplicarle una tinta que  solo se adhiere en las zonas que han sido tratadas con esos materiales.

Como se ha mencionado anteriormente, la litografía es uno de los antecedentes de lo que hoy es una técnica de la imprenta, es decir, en un principio surge como un medio técnico de reproducción, utilizado por primera vez por su creador Senefelder para reproducir sus partituras. Sin embargo, tuvo también grandes implicaciones en el mundo de la producción artística.

Un encuentro casual

Senefelder descubrió esta técnica cuando buscaba un método sencillo para reproducir numerosas copias de sus trabajos musicales.

Así, casi por accidente, descubrió que si dibujaba sobre una superficie plana de piedra porosa con un lápiz graso, la humedecía con agua y después le aplicaba una tinta grasa, esa tinta quedaba adherida solamente en las partes donde se había realizado el dibujo, ya que la grasa del lápiz atraía a la grasa de la tinta y el agua que se la había aplicado por completo a la piedra era repelida. Este descubrimiento, hizo que se diera cuenta que sobre esa piedra, tenía un dibujo  entintado el cual, si tocaba manchaba aquella superficie que estuviese en contacto con la tinta. Por ello supuso que si colocaba un papel sobre esa plancha, el dibujo de la piedra se traspasaba a ese papel, quedando el resto de la superficie del mismo limpia, obteniendo el diseño realizado previamente, perfectamente estampado y con gran calidad.

Además, comprobó que si la tinta se le acababa, podía volver a aplicarla sobre  la composición para volver a llevar a cabo una nueva transferencia del diseño.

Interesante, ¿verad? Y como nos hemos aprovechado de esta  perfecta casualidad.

La litografía y la producción artística

La técnica litográfica ofrece al artista recursos y posibilidades ilimitados, en la creación de obras, pues permite trabajar con múltiples elementos  además de facilitar al artista la improvisación en su proceso creativo gracias a la posibilidad de corregir posibles errores que surjan en el proceso.
Además, se trata de una técnica es relativamente  económica, en la que se utilizan materiales como el lápiz, la pluma, el pincel, un rascador o la punta seca, se utilizan para llevar a cabo el diseño o la composición sobre la base o el soporte, que es, como se ha dicho más arriba, una piedra calcárea sobre la que se aplican los materiales anteriormente mencionados, para llevar a cabo la composición artística, que posteriormente se traspasa al papel mediante la aplicación de fuerza sobre este en  contacto con la piedra.

El proceso lineal de la litografía

Para entender bien cómo funciona esta técnica, vamos a explicar brevemente el proceso de realización de una litografía artística.

El trazo del diseño o la composición

Sobre una piedra porosa lisa , normalmente una plancha de piedra caliza correctamente  cortada y pulida, se traza el motivo deseado con un lápiz graso o un pincel mojado en pintura grasa, o incluso con ambos, si se quiere obtener distintos tipos de trazos.
Hay que tener en cuenta un punto muy importante en la realización del dibujo, y es que este debe dibujarse invertido, es decir, como si lo misásemos en un espejo, para que cuando se transfiera al papel esté en el sentido correcto.

Se humedece la plancha

Una vez que el dibujo está terminado, se empapa bien la plancha con agua o con otra solución acuosa.  De este modo, se verá como en los sitios donde se llevó a cabo el dibujo, es decir, la aplicación de la tinta grasa, el agua no penetra en la piedra. Sin embargo, en la superficie en la que no hay trazo el agua si penetra dejando la superficie de la piedra húmeda.

Se entinta la plancha

Se utiliza una tinta de base grasa para entintar un rodillo blando. Una vez que el rodillo está total y uniformemente entintado, se pasa por encima de la plancha de piedra, sobre la zona en la que se encuentra la composición, hasta que se está seguro de que todas las zonas han quedado bien entintadas. De este modo se puede observar que en las zonas donde la piedra está húmeda, es decir, donde no hay trazos, la superficie repele la tinta, quedando relativamente limpia, y donde se encuentra el dibujo la tinta depositada queda adherida formando una fina película.

Colocamos el papel e imprimimos

El papel que se haya elegido, se suele aconsejar un papel poroso y  de un gramaje especial (alto), se coloca sobre la plancha y, con una prensa (una plancha gruesa con un mango con el que emitir presión) colocada encima de ambos apretamos bien. Esta sería una técnica más casera o económica, más asequible para cualquier persona, pero normalmente se suele hacer con un rodillo que pasa por la plancha y el papel.

El producto final

Cuando el papel ha tomado la tinta allí  donde la plancha la tenía, ya tenemos nuestra impresión. No hay que preocuparse de que el papel esté algo húmedo, pues hay que recordar que la plancha estaba humedecida por el agua, así que sin ningún miedo, aunque con cuidado,  se retira el papel de la plancha y  ¡Ya tenemos nuestra estampación! Y si quieres continua con el proceso de impresión colocando un nuevo papel y volviendo a hacer el mismo procedimiento de estampación, hasta que la tinta te lo permita.
Además, si la tinta se seca o pierde densidad, solo se tienes que entintar de nuevo la plancha, aplicando sobre el dibujo más cantidad de tinta grasa, y si por otro lado es el dibujo el que pierde fuerza siempre se puede repasar. ¡No te preocupes, es una técnica infinita!

Sus posibilidades

Y aún no sabes lo mejor… esta técnica no se cierra a una sola representación cromática, sino que te permite jugar con varios colores e incluso superponer composiciones para formar una final, si deseas hacerlo mediante la composición a través de distintos elementos.

¿Qué cómo podemos conseguirlo? Es muy sencillo, solo tienes que utilizar tintas de distintos colores y varias planchas.

Por ejemplo si quieres que tu composición tenga varios colores, deberás entintar  las distintas zonas el diseño con los distintos colores que quieras que aparezcan en la estampación, así se debe tener cuidado de cómo se entinta para que las zonas de color queden bien diferenciadas y no se nos produzcan mezclas indeseadas, lo cual requiere una mayor precisión.
También puedes dividir tu dibujo en diferentes planchas e ir aplicando la tinta deseada en cada plancha  para ir colocando el papel sobre una plancha y otra, dependiendo de la parte que se quiera imprimir, para obtener así el diseño final.

Y esto se puede hacer sin ningún tipo de preocupación ya que estas planchas se pueden reutilizar de un diseño a otro, además de tener un coste bajo, que te permite tener varias para trabajar paralelamente.

Grandes litografías de grandes maestros

Una de las grandes figuras de la producción litográfica es Touoluse – Lautrec, cuyas obras forman parte del colectivo artístico moderno, además de ser uno de los primeros diseñadores gráficos de la historia, con sus famosos carteles.

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